La magia de un científico

A Santiago Velasco Maíllo le pregunta un residente -¿Es usted el cantante? -No, amigo, yo soy el mago. Entrañable y cercano, este Físico bejarano, sabio cual hombre del Renacimiento, fue capaz de mantener la atención de una sala repleta, incluidos muchos de nuestros residentes de la segunda planta, durante más de una hora. Y no era él el cantante pero nos eneñó a hacer música, a crear una nube, a sacar todo el hierro de un bote de lentejas, a mantener un equilibrio imposible o invocar a un genio y que te responde. En fin, cosas como estas no suceden todos los días, pero en el Buen Pastor tenemos la suerte de contar con muy buenos amigos.

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