Historia
Acta de fundación de 1853
Medalla de Oro de la Ciudad de Béjar 2003
Premio a la Promoción de los derechos y la calidad de vida de las personas mayores. Junta de Castilla y León, 2008
La casa del Buen Pastor abre sus puertas el día de Nochebuena de 1853 en la Solana, hoy calle Colón de Béjar, propiedad de la familia Hernández Bueno, para ayudar a aquellas personas que no tenían recursos propios para poder vivir, proporcionándoles comida, cuidados médicos, vestido o residencia. Esta asistencia se presta tanto a la propia población bejarana como a los transeúntes.
28 de marzo de 1904
Traslado de la residencia a la casa número 7 de la calle de la Yedra, hoy calle de Tomás Bretón, comprada por D.ª Manuela Rodríguez Arias a D. Manuel Aparicio, cumpliendo la voluntad de su difunto esposo, D. Jerónimo Rodrígez Yagüe. Este edificio disponía de amplia huerta, varias dependencias anejas y salida a la calle Flamencos. Tanto el edificio como los terrenos fueron cedidos en usufructo. La renuncia del usufructo por parte de la familia Rodríguez Arias y posterior cesión en propiedad al Buen Pastor se legalizó notarialmente en 1973.
24 de diciembre de 1972
Se proyecta la construcción del nuevo edificio en la calle Flamencos (Juntas Directivas de 1969-70-71-72). Se piden presupuestos a distintos constructores de la localidad, quedando adjudicadas las obras, el 28 de noviembre de1971, a la empresa Ermasán S.L., por un valor de 5.312.619 de pesetas. Hubo cesión y cambio de terrenos colindantes con la familia Muñoz Tellez. Se establecen, por primera vez, aportaciones mínimas para los acogidos que cobran una pensión del Estado.
La inauguración del inmueble tiene lugar el 24 dediciembre de 1972.
Octubre de 1988. El Centro de Asistidos
Actas de 1985-1988
«La construcción de un Centro de Asistidos subvencionado por la Junta de Castilla y León solo puede realizarse por mediación de un órgano oficial como es el Ayuntamiento y el Buen Pastor tiene que aportar un 30% sobre el coste total de dicha construcción. El Ayuntamiento de Béjar ofrece al Buen Pastor la oportunidad de hacerlo en la parte del antiguo asilo, dentro de la finca del Buen Pastor, de la que no se ha hecho donación alguna, con la obligación, eso sí, de administrarlo durante 30 años a partir de su inauguración, recibiendo a cambio del Ayuntamiento lo estipulado por persona asilada: 2500 x día y cama».
Las obras para la construcción del nuevo Centro de Asistidos dan comienzo en octubre de 1988 y finalizan casi una década después y fueron gestionadas por cuatro equipos diferentes de gobierno municipal.
Residencia Municipal San Miguel
Ante la imposibilidad por parte de la Residencia Buen Pastor de asumir, en ese momento, ninguna responsabilidad económica ni administrativa y debido a que «el Ayuntamiento no se podía hacer cargo de la residencia de asistidos», esta fue privatizada e inaugurada en 1997.
«Se han recibido del Ayuntamiento dos escritos registrados con el número de salida comunicándonos la fecha de apertura oficial de la Residencia Municipal San Miguel y sobre la retirada de la placa existente en la fachada principal de dicha residencia».
En 2016 y, habiendo pasado 20 años desde la privatización de la residencia de asistidos, el Ayuntamiento de Béjar comunica a la Casa que, concluída la primera prórroga del contrato con la empresa que adjudicataria, propone al Hogar Residencia Buen Pastor asumir la gestión de dicho centro. La Junta Directiva declina tal ofrecimiento y decide agotar la prórroga de los 30 años acordados, es decir, hasta 2027.
Durante mucho tiempo el acceso al jardín del Buen Pastor estuvo vetado para los residentes de San Miguel, por humanidad, hoy en día, tienen libre acceso al mismo además de una pérgola para el verano.
14 de septiembre de 2008
Inauguración por parte del ministro bejarano, Jesús Caldera, del edificio de ampliación de la residencia. Obra financiada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
2011
Las obras de rehabilitación del primer edifico, cuyo presupuesto estaba contemplado conjuntamente con el de la ampliación dentro de la subvención concedida por el Estado, comenzaron en 2008 y finalizaron en 2011.
La empresa constructora adjudicataria presenta suspensión de pagos y se tiene que volver a negociar la finalización de las obras con la comisión concursal, que a su vez sustituye a la empresa ejecutora y presenta un nuevo presupuesto.
Este desafortunado incidente trajo consecuencias que quizá no seamos capaces de acertar a comprender.
Público es, si consultamos los periódicos de esos años, que la residencia tuvo que hacer frente a unos 500 000 € de las obras, además de todo el equipamiento y un largo etcétera más.
Cifras astronómicas para una asociación sin ánimo de lucro, que acabaron con los siempre escasos fondos que poseía poniendo el peligro su continuidad.
2017
Ampliación del comedor de asistidos de la segunda planta del edificio, creando, a su vez, una sala multiusos en la planta baja. Las obras fueron llevadas a cabo gracias a la herencia legada por el bejarano, Gonzalo Hernández Hidalgo.
Desde entonces y hasta ahora, el gran buque navega con sus 118 pasajeros y una tripulación de casi 50 personas.
Las Juntas Directivas
Junta Directiva de 1974
La creación de la Casa de Caridad tuvo lugar gracias a la reunión de algunos representantes del Auntamiento de Béjar, diversos componentes de la Junta Municipal de Beneficencia y Sanidad, junto a varios notables bejaranos para prestar socorro a la población desprotegida.
Las distintas Juntas de voluntarios se valían de todas la mañas para conseguir ingresos para la Casa. Son memorables las distintas rifas realizadas a lo largo de los años, como la del Cerdo, la del Choto, la de la Moneda o la de un automóvil Ford, en 1923.
De todas ellas, la que ha llegado hasta nuestros días, son las participaciones para el sorteo de la Lotería de Navidad.
Memorable también el alquiler de sillas, tanto para actos públicos como privados, que comenzó casi en los inicios. En 1861, los asilados transportaban las sillas a los grandes actos religiosos y paseos públicos, acompañados de una cajita para las donaciones voluntarias. En 1954, se arrendaron al Béjar Industrial, continuando la Casa la temporada deportiva con la explotación directa de 40 sillas.
La Junta Directiva de 1950, después de años de penurias, realizó una de las más asombrosas labores de recuperación, consiguiendo nuevos suscriptores que aportaban cuotas mensuales, numerosos e importantes donativos, pasando los acogimientos de cinco a diecisite personas y reaunudándose el servicio externo de comidas.
Una mención especial merece las buenas relaciones que esta Junta entabló con la Colonia Bejarana en Buenos Aires, desde donde se enviaron crecidas sumas en efectivo.
El Hogar Residencia Buen Pastor ha ido evolucionando a la par que lo ha hecho la sociedad española. No han sido pocas las distintas fases por las que ha atravesado, con las visicitudes que todo cambio conlleva. Sin la participación voluntaria de los trece miembros de su Junta Directiva, con un compromiso de actuación de dos años, sería imposible, economicamente, que la residencia prestara muchos de los servicios que ofrece a sus queridos residentes.
Hasta la fecha existen don publicaciones que recogen las actas de las Juntas Directivas desde su fundación hasta 2003.
Un tesoro de la Casa
Cristo del escultor bejarano Francisco González Macías (Béjar, 1901- Madrid, 1982), realizado en 1966. Una magnífica talla en madera policromada, bastante desconocida, que se encuentra presidiendo la capilla del Buen Pastor.
La creación de la Casa de Caridad tuvo lugar gracias a la reunión de algunos representantes del Auntamiento de Béjar, diversos componentes de la Junta Municipal de Beneficencia y Sanidad, junto a varios notables bejaranos para prestar socorro a la población desprotegida.
Las distintas Juntas de voluntarios se valían de todas la mañas para conseguir ingresos para la Casa. Son memorables las distintas rifas realizadas a lo largo de los años, como la del Cerdo, la del Choto, la de la Moneda o la de un automóvil Ford, en 1923.
De todas ellas, la que ha llegado hasta nuestros días, son las participaciones para el sorteo de la Lotería de Navidad.
Memorable también el alquiler de sillas, tanto para actos públicos como privados, que comenzó casi en los inicios. En 1861, los asilados transportaban las sillas a los grandes actos religiosos y paseos públicos, acompañados de una cajita para las donaciones voluntarias. En 1954, se arrendaron al Béjar Industrial, continuando la Casa la temporada deportiva con la explotación directa de 40 sillas.
La Junta Directiva de 1950, después de años de penurias, realizó una de las más asombrosas labores de recuperación, consiguiendo nuevos suscriptores que aportaban cuotas mensuales, numerosos e importantes donativos, pasando los acogimientos de cinco a diecisite personas y reaunudándose el servicio externo de comidas.
Una mención especial merece las buenas relaciones que esta Junta entabló con la Colonia Bejarana en Buenos Aires, desde donde se enviaron crecidas sumas en efectivo.
El Hogar Residencia Buen Pastor ha ido evolucionando a la par que lo ha hecho la sociedad española. No han sido pocas las distintas fases por las que ha atravesado, con las visicitudes que todo cambio conlleva. Sin la participación voluntaria de los trece miembros de su Junta Directiva, con un compromiso de actuación de dos años, sería imposible, economicamente, que la residencia prestara muchos de los servicios que ofrece a sus queridos residentes.
Hasta la fecha existen don publicaciones que recogen las actas de las Juntas Directivas desde su fundación hasta 2003.
Bibliografía
MARTÍN GÓMEZ, Antonio: Yo soy El Buen Pastor. Historia de vida y esperanza, Béjar: Antonio Martín Gómez, 1996.
MARTÍN GÓMEZ, Antonio: Residencia del Buen Pastor. Discurso de Ingreso, Béjar: Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 1996.
DEL RÍO SÁNCHEZ, Víctor (coord.): 150 Años de Historia de la Casa-Hogar-Residencia El Buen Pastor, Béjar (Salamanca): Hogar Residencia El Buen Pastor y Caja Duero, 2006.
Un tesoro de la Casa
Cristo del escultor bejarano Francisco González Macías (Béjar, 1901- Madrid, 1982), realizado en 1966. Una magnífica talla en madera policromada, bastante desconocida, que se encuentra presidiendo la capilla del Buen Pastor.