RECUERDOS
Le toca el turno a Carmen San Cecilio una de nuestras
veteranas, en unos meses cumplirá 100 años y está estupendamente. Nos ha
contado un poquito de su vida, fue dura, pero salió adelante y siempre con
mucha alegría y buen humor.
Con 5 años me quedé huérfana,
junto a mis dos hermanos, yo era la mediana. Al quedarnos sin padres, nos
separaron, a mi hermano pequeño le mandaron a Salamanca, al Colegio de la Vera,
el mayor se fue con mi abuelo paterno y a mí me dejaron con mi abuelastra, la
madrastra de mi madre y como buena madrastra muy buena no era conmigo. Antes de cumplir los 12 años, ya me mandaba al
rio en pleno invierno a lavar la ropa, la gente que venía conmigo al rio
hablaban de ella y decían – Pobrecita niña, tan pequeña y la tía coña (como se referían
a su abuela) la manda a lavar la ropa.
Cuando cumplí los 12
años, pude volver a junto a mis hermanos y a mi abuelo paterno, ya tenía edad suficiente para
cuidar de ellos. A sí que dejé a mi abuela y me fui a vivir con mi abuelo. Cuide de ellos, de los tres, me
encargaba de la casa y de que no les faltase de nada.
A parte de esto, tenía
que hacer los oficios en otras casas, para poder ganar un dinero. Así estuve
hasta los 27 años, durante esos años fui como cualquier otra chica, salía con
mis amigas, me gustaba mucho el baile, y cuando podíamos íbamos al cine.
A los 27 años entre a
trabajar en la Tesa, allí estuve durante
40 años, hasta que me jubile. Trabaje de canillera, llevando 5 telares, y los
últimos años me encargaba de 10 telares.
Ahora la tenemos aquí con nosotros y es nuestra soltera de
oro. Participa en todo, canta, baila y lo mejor es que siempre está de muy buen
humor.
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ANTONIO